¡Bendición!

Benditos los agraciados
con este estado
que imperturbable
arrasa con todas
las barreras
levantadas en su contra.

Me abro
a tu amor
entonces
en forma irremediable.

La conquista
ha sido precedida
de la fuerza maravillosa
que el corazón impulsa.

¡Adelante!
la puerta
ha dejado de existir
y sólo se cerrará
a todo lo que no seas tú.

Continuemos la experiencia
ya iniciada.

Mi alma
se impacienta
ya
de tanta tu ausencia
previa.

Entrego
mi corazón ya cegado
por el resplandor
de tu maravilloso
ser.

Experiencia
pasajera
o temporal
no lo sé,
no lo pienso,
no me importa,
el destino ya lo ha decidido,
ayudémosle a cumplir
su designio inescrutable
siendo el sólo uno.

Marcados estamos ya
por la vida,
vida nuestra
ya señalada.

Cumplamos nuestra parte
que el destino ya cumplió la suya
poniéndome enfrente
el precioso don de tus ojos
mirándome de frente
mientras tus dulces labios
los tan añorados
me dicen
te amo…