Uno de estos días

Uno de estos días
que el tiempo y el orgullo
me lo permitan
tendré que decirte

cómo me enseñaste a mirar
el amanecer
no como un día más
sino como el despertar
con intensidad a la vida

y cómo aprendí a reír de nada
y disfrutarlo
como ninguna otra cosa

También
cómo aprendí a ver
el futuro a través de tus ojos
y que nunca debí dejar de jugar
por tratar de tomar en serio
a este gran juego que es la vida

Aprendí además
a reencontrar el significado
de los nombres,
recordar el valor de los colores y
distinguir a las formas del fondo

a preguntar por el simple gusto
de saber
y ser feliz por saber que
puedo conocer

y que no hay cansancio que valga
para un profesor tan dedicado
pues aún en tu más reposado sueño
pude absorber tu más eficiente lección

porque la hombría no se mide
en bravura o esfuerzo
sino en la capacidad de afrontar
el futuro incierto
por las ganas de hacerlo

He de decirte también
que más de una vez
me avergoncé
al sentir tu mirada
reprendiendo mi falta de atención
ante tu lección

alguno de estos días
tendrás que saber
cómo ninguna mascara
pudo contener
tu mirada de verdad

a ti
mi maestro
más paciente y dedicado
tendré que decirte
uno de estos días

Todo esto y mucho más
que a tus dos años
me lograste enseñar.

(a raúl armando 16 / VI / 96)