Naufrago

Quiero ser naufrago en tu cuerpo
encallar en tus sinuosidades
y ahogarme en el mar
que revienta en tus playas

seguir el rumbo perdido
deslumbrado por la luz
que emana de tu piel húmeda
reflejo fiel de luna

perder el timón en tu lecho
quedar seducido por el canto
de tus murmullos amorosos

y hundirme en el misterio
de tus besos
dejarme llevar
por la intensa marea de tus pasiones

dibujar nuevas cartas
de todas tus orillas
tras recorrer tus bajos y arenales
deleitarme con el sabor salado
de tus mares

anhelo ese naufragio
que me lleve a hundirme
y fundirme hasta ser uno
con tu cuerpo

Tiempos de tormenta

Huyamos, mujer,
de la propia huida
que ya no hay salida
en este callejón

Saquemos, mujer,
fuerzas de flaqueza,
balas de belleza
de la imaginación...

De tripas, corazón
(Luis Eduardo Aute)


Pudieran parecer
los actuales
tiempos de desasosiego
de los tiempos idos
sin apenas sentirlos

pudieran ser
los tiempos
de la tormenta desatada
que pone a prueba
el temple y la fuerza

podría ser la tempestad
tiempo de firmeza
al timón
de mantener el rumbo
sin flaquear
de las grandes pruebas
para el espíritu

no pares, no te detengas
atrás de ti hay firmeza

no te apures
yo brego al ritmo
de este espacio
yo me cuido

ya habrá tiempo
de reconfortar heridas
y componer los daños

no es el tiempo
del conteo mezquino
de los debes y haberes

es el tiempo del esfuerzo
de sumar y no restar

toma de aquí
lo que haga falta
lo que te sirva
es tuyo

Son estas manos insistentes
las que tejen el recuerdo
y te dibujan la silueta
cuando de memoria te recorren

son ellas las que trazan
cada detalle de tu cuerpo
las que te recrean
la presencia

las que no se conforman
con el vacío de la ausencia
porque estás en ellas

en cada caricia
sembrada en tu piel
y en la calidez que tu tacto
les dejo marcada

en el sabor que encontraron
en tus labios
y en el aroma
que recogieron de tu cuerpo

son estas manos
insistentes
persistentes
las que te mantienen
en mi recuerdo

el lector de los viejos sueños

“¿Viejos sueños? Yo dije, ¿Qué quieres decir con viejos sueños?”
“Hay cosas que no puedo decir. Pero de ahora en adelante
debes ir a la biblioteca cada día y leer sueños.
Ese será tu trabajo.”
Haruki Murakami


La nueva lluvia
aún por caer
anuncia la mañana
y ya los sombras inician
el pausado y rítmico movimiento
que les lleva a ningún lado

soy el lector
de los viejos sueños
el que no puede
salir a la luz del sol

el que está condenado
a la lectura infinita de las almas
a la luz de la luna

las sombras
siguen su andar sin fin
sin destino
agobiadas
por el peso de los hechos

recorren las grises paredes
una y otra vez
se ven,
pero no se miran
no lo soportarían

son uno y ninguno
existen sin ser

sin sueños
ni viejos, ni nuevos
sólo les queda el esqueleto
al que se reducen
los despojos de su paso por la tierra

la lluvia se renueva
cada día
para ser siempre la misma

y yo reanudo la lectura
que día a día
me descubre las risas
y las alegrías
contenidas en los sueños
abandonados
por sus dueños
son los deseos nunca logrados
que se quisieron alguna vez
pero quedaron olvidados

amor, alegría
que quedaron para después
devorados por la cotidianidad

soy el lector de los viejos sueños
los que no pueden ser leídos
a la luz del día

cae la lluvia
la nueva y la vieja
lluvia
que todo lo hace gris

Te platicaré

Voy a platicarte
de las rosas en el florero del comedor,
de las mañanas en bicicleta
con la cara al viento

de la lluvia permanente
y del desastre
en que esta ciudad
se convierte

Te contaré
de las tardes estrelladas
de limpio cielo
y de las noches iluminadas
por la luna llena

te murmuraré la canción
que trajo lagrimas
a mi sonrisa
pero también la
la melodía que reconfortó mi espera

te diré de las frases
que me sacudieron
y que se quedaron
en aquel libro
que quise leerte en la cama,
y de las risas adolescentes
que me recordaron la brisa marina

te hablaré de mi cuerpo
que se rebela inconforme
porque tiene la piel sensible
y los labios incompletos

te narraré
los viajes interminables
que me llevaron y me trajeron
para mostrarme la historia
de toda esta,
nuestra tierra

sabrás
de las palabras abandonadas
que nunca
encontraron rima,
de los versos
que el pudor acallo
y de los desahogos
que mi mano se negó a escribir

de las madrugadas frías,
los medio días bochornosos
y de los planes y maletas
tantas veces hechos
y deshechos cada vez
que el sin ti no aguantaba

te describiré
los atardeceres luminosos
y de las nubes en cardumen
que desataron mi imaginación

de las flores
que estallan coloridas en el parque
y de la banca
en la que deseé una tarde tranquila
intercambiar pensamientos

del libro
que quedó inconcluso
junto a mi cama
aquel
acusado con justicia
de liberar y despertar el deseo

voy a platicarte de todo esto
el día que vuelva a ser
sonrisa mi rostro
el día que este a tu lado