Tiempo

Y
el tiempo sigue,
sigue su marcha
sin importarle
los tiempos
del corazón,

los segundos
suman minutos,
y los minutos horas
y las horas días,

sigue el tiempo
implacable
su propio ritmo.

Dejémosle
entonces que siga.

No nos importe
su ritmo,

ignorémosle,
como el nos ignora

y sigamos
construyendo
nuestro tiempo,

nuestros propios
instantes,
nuestros propios momentos,

los que más nos interesan,

los que
verdaderamente importan.

Impongamos
nuestro propio
ritmo,

ese que tan bien
marcas y que
feliz sigo.

Hagamos
de nuestros días
lo que mas nos place
y gocemos
de todos y cada uno
de nuestros minutos.

Que sea
el corazón
quien decida
el cuando

y el amor
ese,
el auténtico
tirano,
quien nos de
el nuestro,
el verdaderamente
importante.

Nuestro
tiempo.

Tú tiempo,
yo tiempo,
nosotros
el tiempo...