Son estas manos las que portan
la calidez de tu piel
y la atesoran
resguardándola del viento y la lluvia
para no perderla
y conservar
el contacto permanente
entre tu tacto y el mío
la calidez de la calma,
de los pasos simultáneos
en el andar acompañado
el de los sueños compartidos
son estas manos las que la cuidan
y la mantienen
como la viva memoria
de las lecciones aprendidas conjuntamente
la calidez de la furia apasionada,
la del lenguaje de los labios
y los rítmicos gemidos,
del vibrar armonioso de los cuerpos
son estas manos que la llevan impregnada
entre sus dedos
la marca de tu presencia
que quieren preservar
como prueba permanente
de tu existencia y la realidad
de la calidez de las sonrisas
y de los abrazos
sucedidos finalmente en el
mismo espacio
y en el mismo tiempo
de la calidez en el asombro compartido
por el descubrimiento
de que puede ser
aquello que parecía deseo imaginado
son estas manos que no te olvidan
y se aferran al recuerdo
cálido
de las horas y los minutos
en los que eran una con las tuyas
son las que te piensan,
te imaginan,
sueñan
y desean fervientemente,
nuevamente
el contacto con la calidez
que encontraron en las tuyas
la calidez de tu piel
y la atesoran
resguardándola del viento y la lluvia
para no perderla
y conservar
el contacto permanente
entre tu tacto y el mío
la calidez de la calma,
de los pasos simultáneos
en el andar acompañado
el de los sueños compartidos
son estas manos las que la cuidan
y la mantienen
como la viva memoria
de las lecciones aprendidas conjuntamente
la calidez de la furia apasionada,
la del lenguaje de los labios
y los rítmicos gemidos,
del vibrar armonioso de los cuerpos
son estas manos que la llevan impregnada
entre sus dedos
la marca de tu presencia
que quieren preservar
como prueba permanente
de tu existencia y la realidad
de la calidez de las sonrisas
y de los abrazos
sucedidos finalmente en el
mismo espacio
y en el mismo tiempo
de la calidez en el asombro compartido
por el descubrimiento
de que puede ser
aquello que parecía deseo imaginado
son estas manos que no te olvidan
y se aferran al recuerdo
cálido
de las horas y los minutos
en los que eran una con las tuyas
son las que te piensan,
te imaginan,
sueñan
y desean fervientemente,
nuevamente
el contacto con la calidez
que encontraron en las tuyas
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