No hay nada más lindo
que la belleza de tu cuerpo,
ni placer más intenso que recorrerlo
suave, lento, intenso

afuera la noche avanza
la ciudad duerme sus cotidianas miserias
y las sombras obscuras recorren su soledad

y mientras tu cuerpo,
bello cuerpo,
responde a mis anhelos apremiantes
que sofocan apenas los sonidos placenteros

el universo gira
y los planetas se congelan
fondo nocturno
para la urbe
de noches estrelladas
que extrañan la luna blanca

tus labios me recrean
los sabores
mis dedos memorizan tu piel
y mi cuerpo vibra apenas contenido bajo el estremecer del tuyo

noche que cobija
el descanso de la inconsciente
locura que se toma un espacio
para dejar paso a la más extrema cordura
que sólo de noche se atreve a salir

lindo cuerpo
que enloquece el mío
a su contacto,
piel que la mía reconoce
e invoca desde el recuerdo
de los momentos compartidos
los más nuestros,
esos que sólo son tuyos y míos

No hay nada más lindo
que la belleza de tu cuerpo,
ni placer más intenso que recorrerlo
suave, lento, intenso