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viernes, agosto 10, 2007

Naturaleza

Al azul profundo de tu mar de intensidad
le ofrezco las suaves caricias de mis verdes llanuras,
de los riscos y acantilados que pueblan tu orilla
tomo la fuerza de la pasión que incesante les domina
y les sumo la frescura del follaje que se renueva
una y otra vez como el amor que siento por ti
creando espacios de pasión que crece y se desborda
y se acompaña de placidas calmas de reencuentro.

A la extensa claridad de tus interminables cielos
les inundo con la diversidad de colores con los que mi naturaleza
se puebla
y al contraste de tus tonos extremos
les abrigo con la tranquilidad que a las alturas montañosas de los altos valles
prodigan nubes blancas y grises que son también extensos mares en movimiento
y construyo con todo ello los momentos de concordancia y encuentro
en los que nuestros espíritus se comunican, se enamoran, se conquistan
y se hacen uno mismo

A tu valle mediterráneo que vuelca vida generosamente
le sorprendo con la enorme virtud de estas templadas colinas que me albergan y con esta unión creo e invento nuevas sorpresas para nuestros días
que nos hagan impaciente la espera de cada nuevo amanecer

A tus playas en las que el mar y el cielo se abrazan
llenando cada atardecer con cálidas tonalidades
les colmo de las caricias que el viento,
a veces suavemente y otras con desatada energía
ejerce sobre estas alturas
y los reúno para hacer apacibles y frescas nuestros finales de cada día
de esta mi tierra,

A tu geografía hermosa y bella
gratamente recién descubierta
le recorro con los pasos del explorador
que llega de tierras añejas y largamente recorridas
que ahora se embelesa con las mágicas maravillas que en su andar encuentra
y que desea detenerse y conocer profundamente cada una de ellas
otorgando en trueque toda la pasión que el pasado de recorridos por tierras yermas le ha acumulado en sus alforjas
y la promesa de cuidar religiosamente de la intensa naturaleza que te conforma
en promesa de vida futura llena de nuestras naturalezas
que se encuentran, recrean y describen para formar una nueva,
aún indefinida geografía,
que albergue lo mejor de nuestros días
y que renueve cada vez la promesa de un nuevo y mejor amanecer.